La naturaleza me carga las pilas. Cuando era (más) joven me parecía una chorrada. Ahora veo que estaba (otra vez) equivocado. El contacto con la naturaleza, el bosque, los árboles, me llena de energía. Me da por pintar más, hacer fotos o sencillamente respirar. La fuerza de lo verde.

Los buenos fotógrafos son como tesoros que descubres de repente y te deslumbran con su calidad. Aquí está Michael Kenna. Sobriedad, pureza, algo de poesía y un regalo para la mente.

Hoy quiero hablar de la sección que vengo publicando hace bastante tiempo en El Periódico de Catalunya. Me la ofreció mi amigo y respetado Pau Arenós. «Una foto de las tuyas y la comentas». Vaya regalazo. Y, encima, la foto a buen tamaño (bien tratada) y contando lo que yo quiera. Me lo paso muy bien con este trabajo y ya tengo una buena colección. Todo el dinero que me pagan lo dedico a una ONG. Concretamente a Yamuna.org, con la que me he puesto a colaborar hace muy poco.

Paseábamos por Nueva York «armados», como siempre, con nuestras cámaras. De repente lo vi claro. «No te muevas Mikel». Ahí estaba ante mis ojos: una mezcla de homeless, aventurero, genio, actor y no sé cuantas cosas más.

Me lo pasé en grande haciendo fotos con el iPhone. Algunas aplicaciones (como «Toy Camera») te permiten disimular la poca calidad de resolución con recorte, texturas, contrastes y alteraciones del color. Algunas las compartí en Twitter. Ahí van seis.