Le dejé este «regalo» a Raúl Cimas en su camerino.
Es mi humilde contribución a una carrera intachable. Una imagen para la historia que, a buen seguro, sus descendientes mirarán con inquietud dentro de muchos años.
Le dejé este «regalo» a Raúl Cimas en su camerino.
Es mi humilde contribución a una carrera intachable. Una imagen para la historia que, a buen seguro, sus descendientes mirarán con inquietud dentro de muchos años.