El retorno me regala reencuentros. Con mi equipo, con el público, con amigos y compañeros. Me hizo mucha ilusión que Gemma Nierga acudiera como invitada. Cuando veo a Gemma, me veo a mi mismo. Nos veo a los dos. Empezamos juntos en Radio Barcelona a principios de los 90. La época más emocionante que recuerdo de todos estos años de oficio. Aquello era un hervidero de ganas, de voces, de trabajo divertido. No reparábamos en ello, pero nos estábamos formando con «fuego real». Inolvidable.
Ha pasado el tiempo y aquí seguimos. La SER ha prescindido de Gemma y ella lleva todo lo bien que puede ese duelo. Es buena, es lista, le gusta demasiado todo esto como para embarrancar. Sigue teniendo la luz de siempre y estoy convencido de que el futuro le prepara retos donde podrá poner a prueba toda su madurez.
El programa ha empezado con buen tono, con nuevos compañeros que se suman a un elenco fabuloso. Va a ser una gran temporada. Seguro.