La leyenda cotidiana

Jueves, 20 de mayo de 2021

Minutos antes del programa, Miguel Ríos pasó por delante de mi camerino. Yo tenía la puerta abierta como siempre. «¡Anda, una Gibson!». Entró y la tocó un poco. Está estudiando este instrumento.

Así es Miguel: no tiene edad, porque tiene curiosidad. «Es el más moderno de todos», les dije hace tiempo a mis compañeros de la banda. Esta conectado con el mundo, sigue interesado, activo, pendiente de todo. Por eso no tiene edad. Y por eso ha sacado un disco nuevo doce años después de anunciar que lo dejaba, que las giras y el trajín asociado no le llenaban del todo o le cansaban demasiado. Estoy muy contento por ello.

Hay algo luminoso y esperanzador cuando un referente sigue activo y en contacto con el público. Me sentía feliz al verle pasar el día con nosotros. Ensayando, esquivando los nervios, currando y disfrutando. «Quiero venir con la banda a hacer un tema», me dijo al marcharse. La leyenda cotidiana ha vuelto.

Miguel Ríos

El espectáculo de la música en televisión

Viernes, 16 de junio de 2017

Una vez, un directivo de televisión me dijo, con sorna, que no entendía por qué poníamos música en el programa. Me pareció que no valía la pena contestarle. Alguien que lo pregunta es alguien que no lo va a entender. Ni le gusta. Anoche pensé en él tras la actuación poderosa de los Vintage Trouble. Si lo vio, que no lo creo, quizás lo entienda.

La música, la buena, es un espectáculo televisivo de primer orden, El rock se lleva bien con el humor. En todo el mundo civilizado lo saben y lo practican. No hemos inventado nada. Sencillamente lo disfrutamos.

‘Rock & roll’ y drogas

Miércoles, 27 de marzo de 2013

El azar crea extraños compañeros de viaje. Esto es lo que encontré en una farola de Buenos Aires. Si analizamos las capas, veremos que primero fueron las clases de guitarra. Luego, alguien pensó que el mismo interesado en el instrumento y lo que le rodea podría tener un problema con las drogas. Y lo relacionó sin escrúpulos porque tapó de tal manera el teléfono que es imposible leerlo. Eso es un mal compañero pegador de carteles.

Desconozco si el binomio guitarra-drogas sigue vigente, pero me temo que pertenece al pasado excesivo de los sesenta y los setenta, aquella época en la que muchos se drogaban para viajar y luego descubrieron que no se movían del sitio. Cuando volvían, las cosas estaban peor.

«Fotodiario» en El Periódico

Carteles

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