Rosalía

Jueves, 8 de noviembre de 2018

Rosalía ya es un estrella y mi impresión es que se lo merece. Tiene un buen proyecto que incluye muchas cosas. Buenas letras (apoyadas en una actitud desacomplejada de empoderamiento y orgullo femenino), raíces flamencas que respeta, revisa, conoce y homenajea (lo del ‘apropiamiento’ cultural es algo que se me escapa, que no entiendo. Me encanta cuando dice: «la música no tiene dueño»), ha conseguido definir un personaje artístico desde el escenario y, sobre todo, es muy lista. De ahí todo el anterior.

Sabe que hay que saber contar bien lo que se lleva entre manos, lo que sale del alma y se ha convertido en producto, sabe que hay que trabajar más de lo esperado y empujar y empujar contra viento y marea. El viento es la pasión que envuelve todo lo que hace, como una fiebre colectiva que no puede achicharrarte. El pelotazo global, las ofertas constantes, la demanda, el trampolín que nunca acaba. La marea es esa manía nuestra, tan de aquí, de desconfiar, recelar, criticar y envidiar. Como si el éxito ajeno nos incomodara. En lugar de disfrutar del despegue de la catalana, nos coge por sentirnos cansados de «tanta Rosalía». ¿Cansados de qué? ¿De que le vaya bien?

Vino al programa y confirmé lo que me imaginaba: no es solo un fenómeno, es mucho más. Escuchando como habla lo tienes muy claro. Charlé un rato con ella y le pedí que disfrutara, que se blindara de lo ajeno para proteger lo propio que es lo autentico, lo único importante. Le regalé un dibujito mío para que nunca se olvidé de sobrevolar. Y sonrío. Misión cumplida.

El regalo

Martes, 30 de octubre de 2018

Vino Eduardo Blanco (actor que admiro y que representa ‘EL PRECIO’ en Pavón Teatro) y yo decidí darme un «regalo».

Le pedí si le importaría hacer un viejito después de verlo en escena dando vida a un maravilloso anciano en la función de Arthur Miller. Yo me apuntaría también y sería un dialogo improvisado. Dijo que sí y yo me sentí feliz.

Son esas pequeñas cosas (placeres) que me recuerdan por qué hago televisión. Gracias Eduardo, una vez más.

Guardar las gafas hasta septiembre

Lunes, 16 de julio de 2018

Ha sido una buena temporada. Muy buena. De las mejores que recuerdo. Solo cuando te detienes, puedes darte cuenta de lo que has hecho. De lo que HEMOS HECHO, porque la nuestra es una historia en plural, con un montón de buena gente cada uno en su puesto y sumando. Sumando mucho. Una buena temporada para EL TERRAT, para LATE MOTIV, para la serie de BERTO, para todos. Porque hay mucho más. Hay radio, con un NADIE SABE NADA en la SER, que está superando todas nuestras expectativas. Creo que los que lo siguen lo pasan tan bien como nosotros. Hay un programa como LA RESISTENCIA, con Broncano al frente, que ha despegado con fuerza, con rabia, rompiendo esquemas, provocando buena e inesperada televisión. Va a dar mucho que hablar. Como LOCOMUNDO, donde parece que el nuevo equipo lleva años al volante.

En ficción, Berto Romero ya ha demostrado su nivel de comedia en MOVISTAR. La segunda temporada ya rodada, va a subir más listón si cabe (aunque hayan cometido la imprudencia de invitarme para hacer un cameo). BERTO y su equipo están en racha. Tengo que agradecer a MOVISTAR, una vez más, la pista de despegue que nos han proporcionado. Aquí trabajamos con toda la libertad creativa, fieles a un estilo, a nosotros mismos. Aquí hemos renacido, casi treinta años después. Sí, sí, EL TERRAT está a punto de celebrar treinta años. Y la mejor manera de celebrarlo es trabajando en lo que te gusta.

Seguimos con FAQS en TV3, el programa de actualidad que ha redefinido este tipo de formatos en una de las épocas más difíciles que se recuerdan. Hemos llegado a la nueva tele valenciana con ASSUMPTES INTERNS. Por fin Valencia tiene una televisión que se merece. Y HOMO ZAPPING, que ya es un clásico.

Hace unos días, en el festival de comedia SINGLOT (creo que está cuarta edición ha sido la más completa), durante la noche de monólogos con Berto, Raúl Cimas y Sílvia y ante 1500 personas, me emocioné un poco. Pensé: «pues no nos va mal y hay que ver lo que nos lo hemos currado». Porque otra cosa no, pero currar y darlo todo es nuestra especialidad.

Ahora guardo las gafas de actuar hasta septiembre. Es una manera de decir que intentaré ver el mundo (de las vacaciones), desde otra óptica. Quizás más relajada, no sé. No prometo nada porque ya me conozco y no sé estar sin hacer nada. Aunque, sea como sea, estos días notaré la brisa suave de la felicidad. La que sopla cuando entiendes que el esfuerzo sirve para mucho: para divertir a la gente, para seguir trabajando de esto, para desear que el viaje no termine nunca.

Gracias a los compañeros que lo han hecho posible todo, a los que siguen trabajando para los proyectos inminentes (muchos y buenos), a las compañías que confían en nosotros y, por supesto, al público. Porque todo lo hacemos para gustar y entretener. Se trata de conseguirlo con el máximo de coherencia y honestidad.

Feliz verano.

Gafas de verano

Trabajar / Jugar

Miércoles, 20 de junio de 2018

Trabajar en el entretenimiento debería ser un sinónimo de jugar. De arriesgar divirtiéndose para conseguir precisamente eso: la risa. Aunque sea martes, haga calor y llevemos más de 400 programas en la espalda y diez meses de temporada. Por eso hicimos el cambio de programas, la movida de ponerse cada uno el «traje» del otro con Broncano y su 'Resistencia'. Todos jugaron.

El resultado no pudo ser más satisfactorio. Hoy hay que aplaudir a los equipos que nos dan alas y permiten estos experimentos, al público siempre cómplice, a Movistar y, sobre todo, a El Terrat. Después de casi treinta años seguimos jugando.

Trabajar / Jugar

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