No saber y hablar

Lunes, 7 de julio de 2014

Cada domingo lo mismo: no sabemos, no sabemos, pero acabamos hablando una hora seguida. Y nos reímos y ponemos música. Y viene un público fantástico. Mira que hemos hecho cosas a lo largo de nuestra carrera y todas tienen algo para recordar, pero el NADIE SABE NADA es… especial. Se construye a base de la complicidad con mi compañero Berto Romero y siempre, siempre nos sorprende. Por eso le tenemos tanto cariño. Ya puedes escuchar todos los programas en ElTerrat.com

'Nadie Sabe Nada'

Carta a los reyes

Jueves, 3 de julio de 2014

QUERIDOS REYES 'MAJOS':

Soy un niño catalán de casi cincuenta años que todavía cree en los milagros. Lo de los milagros lo cuento ahora, lo de catalán al final de la carta. Creo en los milagros cotidianos, los de la gente normal. Esos que no reconoce el Vaticano. Hoy en día, para muchos españoles resulta un milagro llegar a final de mes. Como también lo es que la gente no se haya cabreado de verdad, viendo cómo nos cuentan (sin reír) que «ya estamos saliendo de la crisis, gracias al esfuerzo de todos». Últimamente se usa la palabra todos con demasiada ligereza.

Ya que me he portado bien durante todo el año (mejor de lo que me hubiera gustado), les hago llegar mi carta con el sueño de que se vean cumplidos mis deseos. Además, me han dicho que son ustedes mágicos. El día de su coronación, por ejemplo, desaparecieron por arte de magia todos los símbolos republicanos y si ponías la tele o leías los periódicos, se respiraba una unanimidad y una genuflexión colectiva que luego no encontrabas en la vida real. Debía tratarse de un truco. Les felicito por eso. A ustedes y a los siete mil policías que velaron por la «seguridad». Yo, ante siete mil policías, no digo ni que soy del Barça y podría confesar que maté a Kennedy a mis cuatro años de edad. Cada vez que veo un policía, creo que he hecho algo delictivo, es un problema que tengo. Un eco del pasado.

Un servidor de ustedes y del Ministerio de Hacienda creía que un país normal podía discrepar en libertad y que las opiniones, por diversas que sean, conforman el carácter de un pueblo. Eso no es ni bueno ni malo. Sencillamente es lo que hay. Porque esos a los que ustedes llaman «súbditos» son cada uno de su padre y de su madre, y tienen mucha mala leche en la intimidad. A la gente se les convence con normalidad/modernidad democrática, con transparencia y con ética. Las pompas y las circunstancia parecen de otro siglo. Quedan muy bien en las fotos, pero nada más. Lo más sano sería escuchar a todas las minorías, valorar todas las opiniones, consultar y luego gobernar en consecuencia. Pero, bueno, no me hagan mucho caso porque yo soy cómico y estoy todo el día diciendo tonterías. De momento me pagan por eso. No mucho, pero no me quejo. Está la cosa como para quejarse, ¿saben? Me siento un poco raro escribiendo esta carta. Todo es un poco extraño porque hace calor, es verano y no se ven renos, ni Papa Noeles, ni tampoco suenan los villancicos de siempre. Además, me han comentado que los Reyes, antes, eran sus padres. Eso les iguala, solo un poco, con la mayoría de mortales. Confío que la magia sea hereditaria, y los hobbys, no. Les pido que naveguen menos y escuchen más. Que no cacen, que recorten sus gastos como hemos hecho todos.

Les he comentado que soy catalán. Mis padres nacieron en Andalucía y vinieron a Cataluña a ganarse la vida. Después nací yo. Así pues, solo tengo agradecimiento para mi tierra. Y respeto. Por eso no puedo hacer otra cosa que respetar a la mayoría de los que viven aquí y todo lo que deseen para prosperar. Ahora Cataluña plantea el reto más importante de su historia. Algunos lo ven como una maniobra política, pero yo creo que es algo mucho más importante. Se trata de un sentir ciudadano, social y sentimental. Les aseguro que es gente buena que quiere ser escuchada. ¿Qué van a hacer ustedes al respecto? La misma España que ha tolerado su coronación está en plena transformación. Las estructuras mentales, institucionales y capitalistas parecen agotadas y ahora se trata de evolucionar. No hay otro camino. Ustedes pueden ponerse del lado de los poderosos, los que no quieren que nada cambie para mantener su estatus, los amantes del besamanos, los interesados, o bien del lado de la gente normal que necesita cambiar la Constitución y limpiar y renovar el panorama político y social. Entre muchas otras cosas. Estoy convencido de que se pondrán del lado que más les interese.

P.D.: Ah, se me olvidaba lo más importante. Siempre me quedé con las ganas de que los Reyes me trajeran un Scalextric. ¿Tienen ustedes manera? Muchas gracias.

«El Berenjenal» en Interviú.

Nadie sabe nada

Domingo, 29 de junio de 2014

Pues ahí sigo con la frase que se convirtió en una sección, la sección que se convirtió en un programa de radio (otra vez en antena, todos los domingos de verano, en la Ser), el programa que dio paso a una función de teatro. Una cosa lleva a la otra. Me encanta también este concepto. En realidad, podría definir la vida misma. La vida: otro alarde de improvisación, aunque luego preguntas y nadie sabe nada.

«Fotodiario» en El Periódico

'Nadie Sabe Nada'

A favor del verano

Viernes, 27 de junio de 2014

¡Que levante un pie el que no quiera que sea verano de una vez! Ni primavera ni otros sucedáneos. ¡Verano! Con su calor, sus incendios corporales sofocados a base de cerveza fresca. Con su gente en ropa corta o directamente sin ropa. Con los relojes en los cajones, contando el tiempo en la oscuridad, mientras los demás nos llenamos de luz, de sol, de brisa del mar. ¡Verano! Con sus días largos, sus noches cortas, sus viajes vividos y retratados, sus verbenas, sus fiestas mayores, su «para dos días que estamos aquí, vamos a divertirnos». El verano es un espejismo necesario y ya está tardando.

«Fotodiario» en El Periódico

Verano

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