La selección

Lunes, 2 de julio de 2012

Si te gusta el fútbol, te tiene que gustar la selección. Es un gozada verles jugar. Si eres del Barça, tienes que estar orgulloso de como juega la selección, porque es un reflejo, una proyección, otro reconocimiento más. Yo creo que el debate identitario español, catalán o vasco, debería respetar y no manosear la selección. En todos los aspectos y desde todos los ángulos. Sin imperialismos, sin sombras de ningún tipo. La controversia nacionalista no la arreglará la selección. Eso se trabaja en el parlamento, en otros ámbitos, con amplitud de miras y espíritu conciliador. Respetando todas y cada una de las sensibilidades que conforman el estado español. Un trabajo para el que no todos están preparados. Es otro asunto y muy importante.

Pero el fútbol… El fútbol mejor dejarlo al margen. Y disfrutarlo. La cabalgada de Alba, el cerebro sensato de Xavi, la genialidad normalizada de Iniesta, Cesc, Busquets, Piqué, tantos… Es fútbol y del bueno. Histórico, legendario. Ellos son futbolistas, no embajadores. No les pidamos más con lo que nos han dado. Soy del Barça y me gustó verles coronarse una vez más. Fútbol, fútbol, fútbol… Gracias.

La Roja

Esperar

Martes, 26 de junio de 2012

Son tiempos para esperar. Estamos esperando e intentando no desesperar. La frontera es muy delgada. En general, estamos esperando a que las cosas mejoren y la rueda del bienestar, del trabajo, de la dignidad y de las oportunidades, vuelva a girar.

Sí, vale, ya sabemos que nada va a volver a ser como antes (esa letanía de la que nos quieren hacer culpables) pero la parálisis actual no trae nada bueno. Es agua encharcada. Mosquitos, enfermedades, tiburones… mal, muy mal. Estamos esperando (por ejemplo) a que el millonario de Las Vegas ponga su dedo en el mapa. Barcelona o Madrid. ¿Nos gusta ese modelo de negocio? La Generalitat dice que «no nos puede no gustar» con el panorama actual. ¿Nos estaremos vendiendo por un plato de lentejas? ESPEREMOS que no.

Estamos esperando a que se formalice de una vez la fusión Antena 3-laSexta, sumidos en un vergonzoso entramado de trámites burocráticos que solo frena (todavía más) la industria audiovisual española. En ese compás de espera, está nuestro nuevo programa. Como un coche de Fórmula 1 en unos boxes sin mecánicos y sin gasolina.

En Catalunya, estamos esperando saber (y ver) cómo será la nueva etapa de Eugeni Sallent al frente de TV3, la mejor tele autonómica de España. Una tele en la que nos criamos los de El Terrat, pero a la que es muy difícil acceder actualmente. Y ya no te digo para las pequeñas productoras con talento que buscan una oportunidad. ¿Por qué? Porque tiene una reestructuración interna pendiente que la haga más operativa. Yo quiero lo mejor para TV3 y lo quiero todo. Quiero (ESPERO) que llegue a un buen acuerdo con sus trabajadores y que vuelva a ser la gran plataforma de la mejor televisión del país. ¿Cómo se hace? No lo sé. Yo no soy el director. Yo, espero.

Parece que España entera es una gran sala de espera. Los médicos todavía no han salido para decirnos si se salvará el paciente. Pero, antes de que salga, lo que tenemos muy claro es que queremos vivir. Y lo queremos con todas nuestras energías.

La espera

Donald Trump

Viernes, 22 de junio de 2012

Que dice Donald Trump (el millonario/tiburón del peinado imposible) que ahora es un buen momento para «aprovecharse» de la situación española e invertir aquí. Sostiene que España tiene «fiebre» y propone sacar pasta de nuestra flaqueza.

El capitalismo salvaje era esto. No importa que tengas un accidente. En lugar de atenderte, paras, robas la cartera al herido y te piras. Así ha construido su imperio, con esos rascacielos que suben al infierno en lugar de al cielo. Doland Trump, que valoró presentarse a presidente de los Estados Unidos, es el tío que inició una campaña de acoso a Obama, pidiendo que desmintiera sus orígenes árabes y acreditara su nacionalidad verdadera. Obama lo hizo.

A mi, Trump me recuerda a Sheldon, el de los casinos que nos ronda y en pocas semanas dirá si Eurovegas aterriza en Madrid o en Barcelona. Son gente que no quieren un mundo mejor.

Cráneo

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