Con esta entrada en mi diario-blog, celebro las 1000 ocasiones en las que me he comunicado con la red. (Gracias Mía por avisarme). Todo empezó en el 2003, o sea que ha llovido bastante aunque las líneas sigan siendo caras y lentas. Pero aquí seguimos. Inasequibles al desaliento, porque parece que si una cosa no la dices, no la piensas del todo. En eso se basarían las redes sociales, no? Comunicarse, al fin al cabo.

Para celebrar tan emocionante ocasión, he contratado a la Policía Urbana de Roma. El espectáculo que verán a continuación, se ha realizado en exclusiva para esta página. ¡Qué lujo!

Y, de paso, deseo una pronta recuperación de Berlusconi y que retiren de las tiendas de souvenirs, las reproducciones en miniatura del DUOMO. O que las hagan de gomaespuma.

Un periodista de Qué! se lo curró y nos pidió acompañarnos durante un día de trabajo.

Estuvo en la redacción, en las reuniones, en los ensayos, en el programa y escribió una crónica. Algo que ya no se lleva. Muchos periodistas tiran de agencia, hacen dos llamadas y ya está. Tampoco es que sea culpa suya, pero las cosas están como están. Visto lo visto, hay que agradecer que Alfonso López, se desplazara hasta Barcelona y viera de primera mano lo que conlleva poner en pie un programa como el nuestro.
Muchas gracias.

Las Navidades, normalmente en manos de los más cursis, interesados y comerciales, pueden ser otra cosa cuando las coge un buen
artista. Este es el caso del gran dibujante Sergio Mora, al que sigo muy de cerca sus pasos. Enhorabuena tío. Subscribo todo lo que sale. Todo.

Hace tiempo que vengo siguiendo a Álex Rovira y cada vez me gusta más lo que dice, como lo dice y cuando lo dice. Álex saltó a la fama como co-autor de «La buena suerte», pero su carrera es larga y trabajada. Nos habla de nosotros mismos, de como vivir (un género en auge), pero él lo hace con una verdad y una facilidad que engancha. Está dotado para esto sin duda alguna. Si pasas por una emisora y él está hablando, te quedas. Te hace pensar. Solo eso, en plena sociedad del ruido y la prisa, es admirable.

Pero Álex sigue y sigue. Ahora acaba de ganar un premio de novela, ya ha publicado su hoja de ruta para aprovechar la dichosa crisis y muchas cosas. Lo dicho: uno de los buenos.

Todo el mundo me felicita por los Goya. Tengo la impresión de que he ganado uno cuando, en realidad, lo que me ha tocado es una responsabilidad. Pero bueno. Algo de premio sí que tiene. El premio de poder presentar la gala a nuestra manera y pasar un buen rato con los amigos del cine español. Hace semanas que ya estamos trabajando y quedan… ¡tres meses!

De momento se agradece la complicidad de la Academia con Álex de la Iglesia al frente que, cada vez que me ve, me ata a una silla. Espero estar a la altura de lo que se espera de mí.