Berto se parece a mucha gente o mucha gente se parece a Berto. Esto es un hecho. No paran de llegar fotos de gente que dice haberlo visto por el mundo, en cualquier lugar.
Lo más inquietante es que se me «apareció» una mañana en mis tostadas. ¿Increíble verdad? Mucho más si tenemos en cuenta que yo no como tostadas.
Parecidos irracionales
El profeta en su tierra
Daba gusto ver el teatro Coliseum de Barcelona, el pasado fin de semana. Berto cerró su gira de «La apoteosis necia» y arrasó los tres días. Más de cuatro mil personas (me incluyo), fuimos a verle. ¿Y qué vimos? Pues posiblemente uno de los mejores espectáculos de humor del país en estos momentos. Divertido, ingenioso, compacto, sorprendente y maduro. Berto se ha coronado en su casa, profeta en la Gran Vía. Y se lo merece. Lo digo yo que le conozco mucho. Respeta al público, se lo curra y lo deja todo en el escenario. Luego se marcha a casa «que estoy un poco cansado». Me alegro por mi compañero y me imagino su futuro. Es inmenso. Todo lo que él quiera.
De repente
Toda la rabia acumulada después de tantos años de peajes en Catalunya, prendió e incendió la sección de Los Sabinas. No sé como fue, solo sé que pasó. Con el permiso de Raimon, que me prestó involuntariamente su capacidad de protestar. Así, de repente.
BFN, nueva temporada
¡Volvemos el 6 de septiembre!
Los Sabinas
Tocar el cielo vendría a ser lo que vivimos con Joaquín Sabina. Cogió el maestro y se apuntó a nuestra caricatura. Y se creó un trío que nos llenó de orgullo, complicidad y nervios. Pero salió bien. Porque cuando hay ganas y humor y retos en el aire, todo va bien.
Gracias Joaquín. Gracias Berto.