Es que, a ver, Berto vestido de pájaro es una tentación para cualquier aficionado al dibujo.
Tentación
Personas cárnicas
Así las llamamos en el ‘Nadie’: cárnicas pero sobretodo, si me permiten, personas.
Un montón de buena gente que decide conscientemente invertir dos horas de su tiempo para ver como Berto y un servidor improvisamos como si no hubiera un mañana.
Un cómico sin público es solo un señor diciendo tonterías. El público es la mitad de nuestro trabajo. Su complicidad nos completa y nos justifica. (Espero que también nos perdone). Gracias y Samanté por seguir ahí después de tantos años, en Madrid, en Barcelona o allá donde vayamos con nuestra ceremonia de la ignorancia.
El premio
El premio, en realidad, es hacer lo que te da la gana, disfrutar con ello y que a la gente le guste y te lo haga saber. No se me ocurre una mejor combinación.
Es la perfección para alguien que se dedica a esto. Y eso es lo que siento con el NADIE SABE NADA. El programa más «gustoso» que he hecho nunca, como publiqué en las redes. Pero no hay que ser desagradecido. El otro premio, el ONDAS, también nos hizo mucha ilusión. Es reconocimiento, es la ocasión de poderlo agradecer, es ponerse un traje y volvernos a encontrar, los dos ajetreados amigos.
Berto está grabando su serie (el día siguiente empezaba a las seis de la mañana) y yo dejé mi programa ‘Late Motiv’ grabado
El premio es otra cosa también. Es TRABAJAR. Sentirte útil, que todavía tienes algo que contar después de treinta años en esto.
Nadie Sabe Nada
Señores
Señores que se dejan bigote por empatía mutua.