Glory
Lunes, 20 de agosto de 2007
Los ojos de Miliki
Viernes, 15 de junio de 2007
Son los ojos que nos han visto crecer. Los ojos de la vida y la felicidad y los que no engañan. Miliki estaba emocionado el pasado sábado en Sevilla, cuando el teatro Lope de Vega se puso en pie para brindarle un merecidísimo homenaje. Era la décima gala de la Academia de televisión y pensé que Miliki debe ser el hombre más querido de España sin ningún lugar a dudas. El consenso es absoluto. Allí estaba. Con su família , sus niños «creciditos» que le cantamos «Susanita tiene un ratón» y su hijo al piano sin poder contener la emoción. Una noche bonita.
Me da la impresión que la Academia ha iniciado un proceso de refundación, de la mano del nuevo presidente Manuel Campo Vidal. Un hombre que transmite credibilidad y que pidió respeto para nuestro oficio. Faltaban directivos de televisión, pero no los echamos de menos. Estábamos los que «fabricamos» la televisión en los platós. Los técnicos y los que damos la cara. Los que la amamos, a pesar de todo. Los que tenemos la responsabilidad de recuperar su dignidad y su orgullo. Efectivamente, tenemos mucho trabajo.
Bassi revelation
Martes, 8 de mayo de 2007
«Cuando un cómico tiene un problema, todos los cómicos tenemos problemas». Así lo dije ayer, en la presentación del libro del último espectáculo de Leo Bassi al que tuve el honor de ser invitado. No dudé ni un instante en echar un cable al compañero. Creo que es mi obligación.
En realidad, es un lujo para los catalanes, que el genial bufón nos haya elegido para presentar sus trabajos, para tomar carrerilla y refugiarse de las amenazas e intransigencias que últimamente le persiguen allá donde va. Una pena y una mala señal que esto suceda en el siglo XXI y en un país auto-proclamado moderno y libre.
Me gusta Bassi porque cumple a la perfección con el papel que debe interpretar un cómico: provocar. Es un placer escuchar sus tesis, su amor por el oficio: «Yo pierdo mi dignidad en público en favor del espectáculo». Lo dice en un castellano titubeante pero certero. Con las gafotas de pasta, su cara de payaso sin edad, sus pies de nómada irreductible. De repente, se subió a un pequeño escenario y, tras despojarse del disfraz de papa, se puso a hacer malabarismos increíbles con un piano. Luego hablamos un poco de lo nuestro y acabó mandando su libro a «personalidades escogidas» con mensajero y moto incluida.
Ojalá, algún día, los intolerantes y retrógados que viven agazapados en la política y la religión, entiendan que los payasos no cambiamos el mundo, pero podemos señalar sus vergüenzas. Y que es el trabajo más bonito que hay.
¡Adelante maestro Bassi!
¿Cómo estarían ustedes?
Jueves, 3 de mayo de 2007
Si antes de entrar a trabajar, se encontraran a seres como estos. ¿Qué? ¿A que acojona? En momentos como estos me acuerdo de las palabras siempre proféticas de mi madre: «Si hubieras estudiado…». Pero no lo hice. Me aburría estudiar. No es que lo recomiende a nadie, pero sí es lo que me sucedió a mí. Así que me fui juntando con otras personas de trayectoria más o menos similar. Porque los raros nos atraemos como por magnetismo o supervivencia. Y así es como se forma una productora de televisión. Más o menos, ¡eh! Cada vez que me siento mal, miro a mi alrededor y descubro alguien que está peor. Es paradójicamente reconfortante. ¡Y qué dure muchos años!
Nota complementaria.
Me escribe mi hermano Julito de Madrid : «Cuando vengas a Madrid te presentaré un freak». ¿Lo ven? Estoy en un bucle.
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