Me pregunto porqué aparece siempre Harrison con esa cara de cabreo, como de no haber dormido. Siempre te haces una idea ideal de las estrellas. Harrison=Indiana. Socarrón, divertido. Pero no. De hecho, su filmografía está repleta de pelis donde huye, lo putean o se queda sin memoria. Igual de tanto sufrir se ha quedado así. Cuando se levantó para depilar a Berto el otro día, creí que le iba a meter una ostia.
Cuidado con Harrison
Elogio de Pedro Martínez de la Rosa
«Antes de soñar, hay que trabajar». Es una frase de Pedro Martínez de la Rosa. Un crack y un ejemplo. Un tío que se lo curra, que siempre ha puesto buena cara, valorado como pocos en el circuito, querido y respetado. Y buen piloto. No es ninguna casualidad que por fin tenga la oportunidad de su vida, con coche oficial. Le respeto y me cae muy bien. Su última aparición en el programa fue estupenda. Simpático, sensato, equilibrado, serio cuando hay que serlo y… con sentido del humor!!!! Les puedo asegurar que no hay muchos deportistas así. Me alegro mucho por él, porque su perseverancia se ha visto recompensada.
Suerte campeón. Ahora sí que iré a ver una carrera de Formula 1.
Tomar vino con Serrat
Convertir un plató en una pequeña taberna. Crear el clima y la complicidad para que eso suceda. Con normalidad. Poder hablar con un mito sin prisa, que te cuente su último disco, sus cosas. Recordar la poesía de Miguel Hernández. Un poco de cachondeo, unos regalos, unas risas, una actuación de lujo con Amargós al piano. Por todo eso, me siento orgulloso de la otra noche en la que Joan Manuel, volvió al programa.
45 tacos
Ha sido cumplir años y ponerme enfermo. ¿Casualidad? ¿Azar? ¿Una señal? No sé. Menos mal que tengo un equipazo que sale al aire como si nada. Gracias.
Pero mi agradecimiento de hoy es todavía más profundo. Con motivo del aniversario he vuelto a comprobar el cariño de la gente. Hablo de la gente de verdad, la que nos sigue a pesar de los horarios. Porque hay algo especial que nos une: muchos años, muchas risas, más de veinte años juntos, que se dice pronto. Ese cariño está siempre en el aire, nos empuja y nos protege, pero a veces notas un poco más el suave pellizco de la complicidad. Si hay otro Buenafuente por ahí, en el espacio, le deseo todo lo que me sucede a mi en este planeta.
El dibujo es de nuestro último descubrimiento: Herikberto.
Mi padrino
Mi padrino televisivo se llama Antonio Gala. Nunca falla. Vino el primer día de nuestra pequeña/mediana historia como programa y siempre está a punto para cualquier celebración. La última fue el pasado lunes con motivo de los cinco años en antena. «He venido por amor», me dijo. Y yo lo valoro enormemente. Porque en esta época de prisas, superficialidades y tele fast food, tiene mucha importancia haber hecho un amigo. Y un amigo como Gala, ojo. Descarado, ingenioso, rápido, culto, listo… Lo tiene todo.
«Que fino es Gala», me decía un espectador al día siguiente. Fino por mordaz, incisivo y atrevido. Un hombre que lo tiene todo, pero se permite la licencia de ir a «jugar» a la tele. Mi agradecimiento eterno. Y, por supuesto, también a todos los seguidores que nos mantienen en pie.
En esto de la tele (parece una perogrullada) si no te ven no eres nadie.