Me gano la vida hablando. Cuando trabajo, hablo. Cuando no trabajo hablo de como trabajo, o sea de los monólogos. En esta bonita estampa del pasado viernes en Madrid, sigo a lo mío: que si esto, que si aquello, que si lo de más allá. Vamos que «Sigo diciendo». Si me hago pesado me lo dicen y… lo hablamos.
Hablar
Barcelona-Madrid-Barcelona-Madrid-Barcelona
Las ciudades solo son eso: ciudades. Unos sitios donde el azar decidió que debíamos nacer o crecer o multiplicarnos. Las personas son las almas de esas ciudades. Miles o millones de almas. En las ciudades hay de todo. Personas cariñosas y otras odiosas. Románticos, ilusos, genios, enamoradizos, estafadores, emprendedores, antiguos, retrógrados, modernos…
He visto y he conocido de todo en ambas ciudades y, ahora, se confunden en mi memoria, sin recordar exactamente en que idioma hablaban o donde vivían. ¡Qué más da! En Barcelona me hice mayor y en Madrid recojo en cada viaje, toneladas de adhesiones a la «causa del humor». Me considero un privilegiado que salto de una a otra y me quedo con lo mejor.
Ahora que nos enfrentamos futbolísticamente, será bueno recordar que los partidos duran noventa minutos y las vidas (nuestras vidas interconectadas), muchísimo más. ¿Vamos a desperdiciarlas a golpe de tópicos?


Superhéroe pendiente de nombre

El Cairo
La contaminación y la arena del desierto, convierten la ciudad de El Cairo en una acuarela tóxica, pero encantadora.

Javi y Ricardo
Estos son los entrañables Javi y Ricardo, ganadores morales del concurso «Trolololo Semana Santa».

