Minutos antes del programa, Miguel Ríos pasó por delante de mi camerino. Yo tenía la puerta abierta como siempre. «¡Anda, una Gibson!». Entró y la tocó un poco. Está estudiando este instrumento.
Así es Miguel: no tiene edad, porque tiene curiosidad. «Es el más moderno de todos», les dije hace tiempo a mis compañeros de la banda. Esta conectado con el mundo, sigue interesado, activo, pendiente de todo. Por eso no tiene edad. Y por eso ha sacado un disco nuevo doce años después de anunciar que lo dejaba, que las giras y el trajín asociado no le llenaban del todo o le cansaban demasiado. Estoy muy contento por ello.
Hay algo luminoso y esperanzador cuando un referente sigue activo y en contacto con el público. Me sentía feliz al verle pasar el día con nosotros. Ensayando, esquivando los nervios, currando y disfrutando. «Quiero venir con la banda a hacer un tema», me dijo al marcharse. La leyenda cotidiana ha vuelto.
Ya tenemos nuevo póster para regalar. Resulta que el ya “mítico” REÍR ES LA ÚNICA SALIDA que veníamos obsequiando a nuestros invitados necesitaba un relevo o un complemento. Muchos invitados repiten y ya lo tenían, así que me puse lápiz a la obra.
Me ha salido el “Todo Pasa” que a lo mejor ayuda a sobrellevar tanta travesía del desierto, tanta incertidumbre, tanto paréntesis pandémico y tanto todo. (¡Anda! “Tanto Todo” también sería otra camiseta…)
Ojalá ayude y guste. Vamos a hacer también camisetas para Samanté! El primer póster se lo dimos a Coque Malla que es de la familia y siempre tiene un pie en el taxi cuando le llamamos para venir a ‘Late Motiv’. Seguirán muchos más. Cómplices en las noches de Movistar, compañeros de viaje.
Esta es la época en la que nos toca vivir (y trabajar). A pesar de la cara, es un honor poder aportar un granito de honor para frenar el desánimo comprensible, la aplastante rutina de malas noticias y ese futuro que uno no sabe como será. Este es mí camerino. Cuando salgo, todos y todas remamos para que el programa salga otra noche a navegar. Cuidaos mucho. ¡¡¡Seguimos!!!
¿Es buena la nostalgia? Ni buena, ni mala, supongo que es inevitable. Y, como dice Berto, ahora que el presente no tiene nada bueno que darnos, quizás sea hasta curativa.
El caso es que parece que todos los astros se han ido alineando, para que los treinta años de EL TERRAT, puedan ser celebrados como mejor nos gusta: trabajando. La dichosa Filomena nos impidió viajar a Madrid para realizar LATE MOTIV como de costumbre. Lejos de conformarnos (ya nos van conociendo) optamos por usar los estudios de Sant Just Desvern donde trabajamos durante diez años. En tan solo veinticuatro horas, el equipazo que tengo el gusto de dirigir, montó un programa que definí como «reducción de la televisión». Un plató vacío, cuatro cámaras, muchas ganas, mi amigo Berto (gracias Marta) y algunas piezas de atrezzo históricas que encontramos en nuestro almacén cercano. No hacía falta más.
Charlamos informalmente entre nosotros y con amigos recordamos y nos volvimos a reír y Litus se marcó un póquer de actuaciones musicales que confirmaron (otra vez) su enorme talento. La primera noche celebramos los cinco años de Late Motiv así que el calendario seguía mandándonos señales. Puedo hablar en nombre de muchos si digo que disfrutamos mucho.
Pero es que, en otro punto de la ciudad, mis compañeros actores y actrices estaban a punto de estrenar el montaje «L’èxit de la temporada» que tras mil y un contratiempos y, a pesar de ellos, ha llegado por fin a los escenarios. En primavera llegará a Madrid. ¡¡¡Estrenaron por fin!!! Ver a Oriol Grau, Fermí Fernández con los que empecé en la radio en los noventa, me removía por dentro. Me removía para bien, claro. Sílvia se lesionó en las previas pero ni eso empañó la ilusión de poder decir alto y claro que seguimos aquí. Gracias a toda la compañía, gracias por vuestra perseverancia.
Ni pandemias, ni borrascas, ni lesiones, ni nada. Seguimos con ganas, haciendo comedia, viviendo comedia. Tele, radio, teatro, series o lo que sea. Pase lo que pase y mira que pasan cosas. Muchas más de las que nuestras cabezas pueden absorver. La vida ha querido que celebremos treinta años de viaje, ahora que el mar está revuelto y el cielo amenaza tormenta. «Bueno, vale, de acuerdo», como dice la Niña. Estamos juntos, nos sentimos queridos y lo que hacemos parece que tiene sentido. Seguimos.
(Gracias a todos los equipos de EL TERRAT que están activos en todos los frentes. Me he referido a lo vivido en primera persona pero soy consciente y agradezco enormamente a todos mis compañeros y compañeras. Gracias por adaptarse a todas las circunstancias y hacerlo siempre con buena cara, con buen ánimo y respetando al oficio)