Hoy ha venido David Fernández y, aprovechando la ocasión, le he regalado una foto que le hice hace mucho tiempo. Los detalles son impresionantes. Se trata de un Colón maltratado por las inclemencias y las palomas. Una visión bastante chunga de la posteridad. Y, encima, David le sacó comedia al asunto.
¿Colón?
La ‘garantía Fernández’
Es una garantía.
Sabes, perfectamente, que David Fernández te dará un buen espectáculo cada vez que pisa un plató. Ya sea con el indescriptible Chiki Chiki o con cualquiera de los cientos de personajes que brotan de esa mente y ese cuerpo especialmente dotados para la comedia.
David es un clown televisivo. Y la risa empieza en los ensayos. Cada visita suya es una alegría para el equipo y para los espectadores. Le conozco y trabajo con él desde hace más de una década y siempre, siempre me sorprende, me supera y me divierte. David no falla. Vive para buscar la risa y nos hace más felices a todos. Eurovisión solo fue la punta del iceberg. Gracias compañero.
Reír(Se)
Todo el mundo coincide en lo importante que es saber reírse de uno mismo. Pero, llegado el caso ¿cuántos lo harían de verdad? Yo creo que pocos. Hay que estar ahí, en un momento jodido y pensar: «vale, le quito hierro, me río un poco de mi mismo y tiro para adelante».
Hacer eso es un signo inequívoco de inteligencia y Manel Navarro lo hizo. Tras el descalabro eurovisivo, reconoció su culpa, habló y se rió de su gallo y, por consiguiente, lo ho neutralizado todo. Lo está pasando mal pero le durará menos. Estuvo en «Late Motiv» con esa actitud y encima cantó bien. Quisimos reírnos con él y luego permitirle que se expresara como artista. Como el músico que es de veintiún años. Lo queríamos todo y nos lo dio. Solo podemos estar agradecidos y desearle suerte para el futuro. Reír no solo es la única salida. Es la mejor. No afluixis nen.
A veces
Algunas noches, antes de empezar, me emociona pensar en todos los que me acompañan. En un equipo entregado que ríe y disfruta. Será que me hago mayor, pero pongo eso en valor y me emociona. Como cuando pienso en el talento de los cómicos que me rodean en pantalla. Berto, Raúl Pérez, Broncano, Joaquín Reyes, Sílvia Abril, Coronas, Juan Carlos Ortega, United Unknown (videos geniales), David Fernández… y más. Muchos más. Yo diría que son de lo mejor de la comedia en España.
Si hemos podido crear un habitat favorable para la comedia donde brillan como nunca es gracias a ellos, a la suma, a los guionistas y miembros del equipo y a nuestros seguidores. Si, además, a los compañeros les gustan y se sienten orgullosos en «Late Motiv», el placer es máximo y se nota. Vaya si se nota…
Orgullo cómico
Orgullo. Eso es lo que sentí anoche cuando vi lo que teníamos entre manos y como crecía ante nuestros ojos: el otro Bertín recibía al otro Hitler. ¡Bingo! Era magnético. No podías quitar ojo, te enganchaba. Siempre suelo decir que lo de la tele es perseguir buenos momentos. Somos buscadores de oro pixelado. Los buenos momentos, los buenos e irrepetibles de verdad son esquivos, se esconden entre los normales —que no es poco— piden tener mucha paciencia y perseverancia. Lo que vendría a ser tener oficio y amarlo. Cada noche buscando y buscando. Tirando la caña, esperando sin quedarte quieto porque cada noche hay programa y dura casi una hora. Pero cuando llega lo único te llena. Ríes, sientes orgullo y una especie de «gustera» que justifica todos los esfuerzos. Una droga de la que no quieres salir. ¡A por otro!
Parecía un gag pero era muchas cosas. Todas esas pequeñas cosas que, juntas, se llaman televisión. Gracias al equipo de guión y a los actores Javier Quero y David Fernández.