Hablar sin prisa

Lunes, 10 de abril de 2017

He tenido el placer de hablar sin prisa para la radio (Catalunya Ràdio) con Ricard Ustrell. No es tan habitual y por eso lo celebro. Ustrell es uno de los valores al alza de la comunicación en Cataluña. Un joven con mucha experiencia, un gran equipo y una infinita curiosidad, que traduce cada semana en un programa cargado de talento. Sabe preguntar y sabe escuchar. Te hace sentir cómodo y eso es, siempre, el preámbulo de una conversación sincera y espero que interesante.

EL SUPLEMENT

Siempre la radio

Lunes, 5 de septiembre de 2016

Entré a trabajar en la Ser en 1982. Ha llovido un poco. No mucho porque somos un país seco. En la radio aprendí el curioso oficio de contar tus cosas y hacerlas interesantes o divertidas. Lo suficiente para que te sigan contratando y pase la vida y pasen más cosas para ser contadas y reidas y todo adquiera, así, una extraña naturalidad. Luego vino la tele y una época en la que, por responsabilidad, no podía compatibilizar los dos mundos. Lo pasé mal porque echaba de menos la radio. (Durante meses no podía escucharla, pero por suerte se me pasó). Siempre estaba en mi cabeza. La radio seguía sonando porque yo la asociaba a los momentos más divertidos de mi vida y eso ni puedes ni quieres olvidarlo.

Cuando nos inventamos el «Nadie Sabe Nada» con Berto, sentí que algo bueno iba a pasar. Esas cosas se sienten. El programa me ha reconectado con lo que fui o con lo que no he dejado de ser. El día que presentamos la programación de la Ser, una especie de placer me recorría todo el rato. ¡¡¡Ahí estaba después de treinta y cuatro años!!! ¿No me digan que no es para estar contento? ¡He aguantado! Ha empezado nuestra cuarta temporada pero, en mi caso, sigue el guión de mi vida siempre ligada a la radio. Y lo voy a celebrar cada semana téngalo por seguro.

Cadena SER

Imprescindible Puntí

Lunes, 2 de noviembre de 2015

El otro día, saliendo de la radio después otro inolvidable «Nadie Sabe Nada», me encontré con uno de mis ídolos. No pasa todos los días. Para mi, un ídolo es alguien al que admiras por su trabajo, por su personalidad artística, porque tienes la sensación de que es incomparable e irrepetible y disfrutas con todo lo que hace. Alguien imprescindible. Si lo piensas un poco, no hay tantos que respondan a este perfil y eso además de lógico, es bueno. El ídolo (mi ídolo) al que me encontré se llama Adrià Puntí. Estaba de promoción con su último disco y fue él quien vino a mi encuentro. Me regaló su trabajo y un libro. «Joder, pero si yo soy fan tuyo Adrià. Muchas gracias, de verdad». Me empeñé en que sonara creíble porque así es. Él, con esa timidez de serie, eludió un poco el halago y nos intercambiamos un abrazo. Poco más. No hace falta más. Conozco y admiro a Puntí desde siempre, desde Umpah-Pah y mira que ha llovido desde entonces.

Ya en sus inicios, detectabas que era especial, que escapaba a la norma y a las etiquetas, que tenía un mundo, una lírica y una voz con las que podría hacer lo que quisiera. Y eso es lo que ha hecho exactamente. Ha hecho lo que ha querido, cuando ha querido y como ha querido. Con sus desapariciones, sus vacíos, sus retornos, sus idas y sus venidas. Adrià Puntí es tan bueno que cuando no está se le echa de menos y cuando regresa se celebra. Como ahora, con su nueva colección de canciones arrancadas de su biografía, de su imaginario, de su poesía cotidiana. Un gran músico catalán me dijo en una ocasión: «Puntí es el mejor de todos nosotros. Solo tenemos que esperar a que tenga ganas de cantar y de actuar. Depende de él». Quizás tenga razón o no, ¡qué mas da! Puntí es Puntí y el hecho de que vuelva a estar en los escenarios debería hacernos brindar con aguardiente.

Adrià Puntí

Lo de ir a la radio

Miércoles, 17 de septiembre de 2014

Tuve el gusto de pasar por «El matí de Catalunya Ràdio» con Mònica Terribas. Y me dió por hablar de como ha cambiado el medio. Antes ibas sin afeitar, te aclarabas la voz, intentabas decir algo coherente o gracioso y ya estaba. Ahora no. Llegas y te encuentras cámaras (porque se grabará para internet) te piden cosas para otros programas, tuitean lo que vas diciendo, dibujas algo para luego ser colgado en Facebook. Una locura. Dije, en broma, que la próxima vez podríamos alicatar un baño mientras hablábamos. Y luego pensé que no haría falta que habláramos. Solo alicatar. Una nueva radio: sin palabras, solo sonidos aislados. Es probarlo…

La ràdio ha canviat molt

No saber y hablar

Lunes, 7 de julio de 2014

Cada domingo lo mismo: no sabemos, no sabemos, pero acabamos hablando una hora seguida. Y nos reímos y ponemos música. Y viene un público fantástico. Mira que hemos hecho cosas a lo largo de nuestra carrera y todas tienen algo para recordar, pero el NADIE SABE NADA es… especial. Se construye a base de la complicidad con mi compañero Berto Romero y siempre, siempre nos sorprende. Por eso le tenemos tanto cariño. Ya puedes escuchar todos los programas en ElTerrat.com

'Nadie Sabe Nada'

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