Un seguidor dice que no ha podido evitar «pocoyohizarme» o algo así. Muchas gracias. Por cierto que mantengo contacto con el Pocoyó original y muy pronto sabréis por qué. Hasta aquí puedo escribir/leer.
Pocoandreu
Gracias Mango
La marca Mango se ha enrrollado y ha abierto sus puertas a la Fundación Artículo 1, para acercar y divulgar su trabajo a través de camisetas diseñadas por diversa gente. Ahí es donde me entra el orgullo de haber participado con la de «Uno es lo primero».
Entré en una de las tiendas, y ahí estaba a tan solo tres camisetas de distancia de mi idolatrado Miquel Barceló. Para un dibujante aficionado como yo, imaginaros el subidón. Pero lo más importante es la labor de divulgación del primer artículo de los derechos humanos. En estos días de consumismo compulsivo, bueno será que perdamos cinco minutos para apoyar a los que más lo necesitan. Y encima son baratas.
Navidades diferentes
Las Navidades, normalmente en manos de los más cursis, interesados y comerciales, pueden ser otra cosa cuando las coge un buen
artista. Este es el caso del gran dibujante Sergio Mora, al que sigo muy de cerca sus pasos. Enhorabuena tío. Subscribo todo lo que sale. Todo.
Los detalles
La generosidad y el detallismo de los espectadores es infinita. Y siempre sorprendente. Cada noche nos traen algo. Dulces, embutidos, tazas, licores, edredones, aceite, cuadros, fotomontajes… Es alucinante. Se lo contaba hace poco a alguien y no me creía. «Exageras». «¿Que exagero? Ven una noche al programa y ya verás».
De la oleada de presentes, con sus cartas, sus libros para firmar, sus demandas siempre razonables y miles de cosas más, rescato esta… esta… obra de arte. No importa la calidad. Lo que importa es que piensen en nosotros, se tomen la molestia de venir a un polígono, esperen más de una hora y luego participen del show. Siempre, siempre estaremos agradecidos al público. Sin ellos, no seríamos nada. Bueno, seríamos unos graciosos más.
El hombre que mejoraba los cuadros
Mikel Urmeneta ha colgado en su blog una curiosa nota. Es una foto de una habitación de su casa, donde va a «vivir» para siempre el cuadro que le regalé hace tiempo. Una especie de monstruo/pepino que le gustaba mucho. Lo bueno es que ha hecho una instalación que convierte la pared en una cara y el pepino en… ¿nariz?
Me ha hecho ilusión verlo… mi pequeñín. Tanta que me he puesto a pintar un hermano mayor todavía más grande. Ya de paso, como tenía a Mikel en la cabeza, me ha salido un Urmeneta extrañamente tímido y, eso sí, mini cámara en ristre y barba bífida.