Hablar

Martes, 13 de abril de 2010

Me gano la vida hablando. Cuando trabajo, hablo. Cuando no trabajo hablo de como trabajo, o sea de los monólogos. En esta bonita estampa del pasado viernes en Madrid, sigo a lo mío: que si esto, que si aquello, que si lo de más allá. Vamos que «Sigo diciendo». Si me hago pesado me lo dicen y… lo hablamos.

Hablar

Cosas que han pasado últimamente

Martes, 6 de abril de 2010

De tanto comunicarme por Twitter, dejo de lado este weblog. Pobrecito. He estado en Egipto de vacaciones, he respirado (como he podido) el aire de El Cairo, he alucinado con su tráfico, he visto peces de colores, me he reído, he estado cerca de los iconos, de las pirámides. Hemos huído de la Semana Santa. La iglesia no sabe ni quiere afrontar sus problemas de pederastia, pero los tiempos han cambiado y en la sociedad de la información y las personas que piensan, el silencio escuece y duele. Como el del PP al que le crecen los Gürtel por todos lados. Los políticos deben dar la cara, reconocer sus errores y eliminar la sensación creciente de que están solo para conservar el chiringuito. No todos son así, pero la sospecha y las excusas empañan hace mucho (demasiado) tiempo este oficio.

Ya van tarde. Llegó el apagón analógico. ¿Y ahora qué? ¿Invertirán las televisiones en más programas, o nos coserán a repeticiones sin sentido? Soy pesimista y espero equivocarme.

Ha vuelto BFN. Ahí estamos a gusto. Recibimos toneladas de apoyo. Muchas gracias. Un amigo me dice «tú descrispas en esta España seca y dura». Me lo tomo como un elogio. Llega el buen tiempo. Cuando no te gusta lo que ves, puedes irte a dar un paseo, los días son más largos. Menos mal. Se acerca Sant Jordi. El viernes me voy a Madrid a presentar el nuevo libro de monólogos. Me preguntarán por mi pronóstico para el Madrid-Barça. Lo diré el sábado una hora antes. Seguramente me equivocaré.

P.D.: Encontré un alien en una piscina. No le di más importancia.

Cosas que han pasado últimamente

Un descanso

Lunes, 29 de marzo de 2010

Lo mejor de la Semana Santa es que, con suerte, puedes descansar. Y eso es lo que vamos a hacer, que la temporada es larga. Nos vamos con muy buen cuerpo. El programa pasa un momento dulce (¡cinco años después!). Y no es por casualidad. Hay mucha y buena energía depositada en esos 65 minutos diarios. Mucho orgullo también. Y toneladas de dignidad. Con eso me quedo. Es la mejor gasolina para que el coche siga su viaje. Por que lo mejor, como siempre, está por llegar.

Un descanso

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