Descansar, pensar o las dos cosas a la vez

Lunes, 29 de agosto de 2011

Andreu y la hamaca
Es un privilegio que, con la que está cayendo, pueda permitirme descansar un poco para volver con más fuerza, nuevas ideas y muchas ganas. De eso se trata. Aunque, vamos a ver, los que me conocen saben que cuando descanso no paro del todo. No sé hacerlo. Continúo con «mis cosas». Con mis dibujos, esos libros pendientes, las redes sociales, chafardeando, curioseando, hablando con amigos, viendo poca tele (muy poca) y pendiente de la actualidad y de mis compañeros de El Terrat.
Siempre fue así, pero actualmente parece mucho más importante no desconectar. Necesario diría yo. Es como si el mundo estuviera cambiando cada día, sin saber muy bien hacia adónde vamos. Cambios, revoluciones, modelos sociales, económicos y políticos que han caducado y provocan el hartazgo de los más perjudicados…

Así las cosas, creo que es vital saber por dónde se abre paso la vida y la gente. Y eso es lo que voy a hacer, para luego contarlo en un programa de comedia que esté a la altura de nuestros espectadores. Porque la comedia, como siempre, sigue siendo la mejor llave para abrir puertas y mentes. Y, de paso, reírte un poco que buena falta nos hace. Tenemos varios proyectos entre manos (en los que estoy implicado), que verán próximamente la luz. No os librareis tan fácilmente de mi. Me siento más en forma que nunca. Me noto querido y bien rodeado por mis compañeros de viaje y muy respetado por nuestros seguidores. Es todo lo que necesito para seguir en la brecha, aunque veces cierre los ojos imaginado un mundo mejor.

Mi manifiesto

Martes, 26 de abril de 2011

No hay nada mejor que tomar distancia de las cosas, para darle el valor y la importancia que tienen. No estoy cabreado, ni siento amenazada o coartada mi libertad. ¡Faltaría más! Estos días de vacaciones me han servido para pensar un poco (muy recomendable) y voy a internar resumirlo. Esto no tiene más pretensión que dejar claro lo que pienso y agradecer todas las muestras de apoyo. Seguiré haciendo lo que sé hacer, para la gente que quiera seguirlo y con más ilusión que nunca.

—Las redes sociales son importantes pero no son el centro del universo. Son una herramienta más de la revolución tecnológica.

—Tenemos mucha tecnología a nuestro alcance pero se nos ha acabado la paciencia, las ganas de escuchar, debatir y enriquecernos. Nos vale con el ruido, el nuevo opio para estos tiempos encabronados.

—El ruido no cambia las cosas. La acción, sí.

—»Seguir» a alguien en una red social no debe ser sinónimo de acoso o coacción. La libertad de expresión está por encima de todo y de todos.

—El anonimato es la máscara de los cobardes. El insulto, su única manera fácil de expresarse.

—Los que me atacan no me conocen, ni yo los quiero conocer.

—¿Para qué y cómo usaremos tanta tecnología?

—Podremos ser una sociedad interconectada y justa, que reclama información libre a la vez que da voz y oportunidades, o una red de ociosos burgueses quejicas e intolerantes. De nosotros, depende.

—Haríamos bien en invertir toda esa rabia que circula por internet, en salir a la calle, movilizarnos, decirles a los culpables de la crisis que no tragamos.

—Hay que mover más el culo y menos el ratón del ordenador. ¿Hacen falta más ejemplos de revoluciones, de gritos populares por una sociedad más equilibrada?

—Hay más gente buena que mala. Siempre ha sido así y siempre lo será. Yo trabajo para los buenos.

—Los periodistas (o lo que queda de ellos) están embobados con las redes. Utilizan las «entradas» como noticias (la mayoría de veces es mera cotidianidad) y no se molestan en confirmar o documentar. Una prueba más de la decadencia errática de la profesión.

—La nueva censura son los intereses empresariales de las empresas de comunicación.

—Búscate las fuentes de información. Aplica tu sentido común, selecciona y acércate a la verdad.

—Y, por último, recuerda: mucho mejor un buen arroz con los amigos de verdad que dos horas en internet.

Andreu Buenafuente
2011

Otro Sant Jordi, más cariño

Lunes, 25 de abril de 2011

Otra jornada del día del libro en Catalunya, el mítico Sant Jordi, el día de la gente, de los libros, de las rosas, del buen rollo.
Y ahí estaban, otra vez, montones de buenos seguidores, haciendo cola para recibir una firma, para compartir unos instantes, para renovar ese pacto que nos mantiene vivos. Porque los seguidores, vosotros, sois toda la razón de nuestro trabajo. Ni «twitters», ni audiencias, ni estrategias, ni márketing, ni nada. La gente para la que trabajo desde 1989, que es cuando me convertí involuntariamente en cómico, o presentador o comunicador o lo que sea.

Sant Jordi 2011

Le pregunté a este seguidor si podía usar su foto. «Vale». Me gustaba su camiseta, su manera de no pedir nada importante: solo una firma, un mero contacto. Con esas toneladas de cariño he vuelto a considerarme un afortunado y capaz de afrontar los mayores retos. Gracias a todos. Juntos podemos con todo.

Sobre sorpresa

Martes, 1 de febrero de 2011

Los más veteranos del lugar, recordarán los famosos sobres sorpresa. Eran juguetes «express», para tiempos jodidos. La emoción de abrirlo y descubrir que llevaban dentro, es incomparable.

Bueno, pues nuestra seguidora número 1, Anna de L’Hospitalet, me hace llegar uno por mi cumpleaños. Y ahora no se si abrirlo o dejarlo así. Gracias.

Sobre sorpresa

Premio FHM

Miércoles, 26 de enero de 2011

La revista FHM ha hecho un concurso entre sus lectores para dar unos premios de televisión. Y los lectores han tenido a bien darme el de mejor presentador, pero siento decirles que no voy a aceptar este premio. ¿Por qué, se preguntarán ustedes? Porque si sigues leyendo la lista, te encuentras con que, al final, aparece la categoría de «Peor comediante», que ha sido concedida a Pablo Motos. Y esto, no puede ser. Como compañero no puedo apoyar unos premios en los que se humilla innecesariamente la labor de otro cómico. No verás una fórmula como esta en cualquier otra lista de premios, ya sea de cine, periodismo, o cualquier otra disciplina. Pero sí en una de cómicos. ¿Por qué? ¿Porque somos graciosos? De acuerdo, somos graciosos. Pero también somos profesionales.

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