Me faltan horas

Miércoles, 20 de febrero de 2013

Intercambio de e-mails con Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Laborales:

«Benvolgut Andreu: Te adjunto dossier informativo de la Comisión Nacional para la Racionalización de los horarios Españoles. Te invito a visitar nuestra página web, www.horariosenespana.es. Celebraría pudieras ser un excelente referente para promover una mejor utilización del tiempo. Te adjunto el Manifiesto por unos Horarios Racionales, con relación de firmantes referentes. ¡Ojalá fueras uno de ellos! Me complace felicitarte por tu reciente aniversario. Espero y deseo pasaras una muy grata jornada con un mejor aprovechamiento del tiempo. Me permito recordarte que estoy en la batalla de un mejor uso del tiempo, y la necesidad de unos horarios racionales normalizados con los de los demás países de la Unión Europea».

«Señor Buqueras: Le agradezco la felicitación y siento darle a usted dos malas noticias. La primera es que no lo celebré porque no tuve tiempo y la segunda, no cuente conmigo para la promoción de los horarios racionales. No puedo acompañarle en la batalla porque ya la he perdido. Un muerto no puede ir a una guerra. Considero su objetivo más que loable: titánico, justo, necesario. Le admiro. Lo que sucede es que desde hace unos años trabajo más que nunca y tengo la impresión de que los días son cortos, los objetivos inmensos y los horizontes ya ni le cuento. O sea, que hay que trabajar y trabajar y trabajar. Trabajar para poder trabajar. Me temo que nos pasa a todos. Es de locos. Multiplique usted por diez las reuniones de hace unos años y divida por diez también los réditos del trabajo. Ahí me encontrará. Optimista siempre, a la par que estresado. Así las cosas, ¿cómo voy a racionalizar mi tiempo, en un país que se bebió su razón hace más de un lustro?
P.D.: Le deseo toda la suerte en su cruzada y me pregunto: ¿me ha escrito usted durante su horario laboral o bien en su tiempo de ocio? Y otra más: ¿qué es el ocio?
Suyo (solo un rato, que ya voy tarde)»

«El Berenjenal» en Interviú.

Reportero de mi mismo: el taller

Miércoles, 8 de agosto de 2012

Tengo una cámara de fotos, tengo mi taller, tengo tiempo: voy a hacerme un reportaje. Eso es lo que pensé. En realidad, decidí no tocar nada, ni remover en los archivos, ni disponer una presentación convencional de mi trabajo, (trabajo que va amontonándose en carpetas, por cierto). Lo único que hice fue ir disparando sobre ese material que parece estar vivo, que te «mira», el resultado de pruebas o nuevas líneas de estilo o quién sabe qué… Por ahí andan las acuarelas, las fotos intervenidas, sencillamente fotos, algo de ilustración…

Decía Barceló que a veces dejas una obra y al día siguiente cuando la vuelves a mirar ya ha cambiado. Eso es lo que hago a menudo: las dejo y regreso. ¿Han cambiado ellas o he cambiado yo? Ahora, en agosto, aprieto el acelerador de la creación. El arte (probar, jugar y disfrutar con él), es la mejor medicina para soportar la cruda realidad. También es una reacción, una respuesta, una huida siempre hacia adelante.


Taller

Sitios feos

Martes, 27 de marzo de 2012

Hay sitios muy feos, lugares en los que la belleza pasó de largo y la basura se quedó. Costuras del mundo, rincones sin limpiar, acumuladores de porquería. Muy feos, vamos.

Estábamos de viaje y paramos en una área de autopista. Está demostrado que ahí es donde se concentran la mayoría de sitios feos, desagradables que no sirven ni para esconderte. Le pedí a Mia que me hiciera una foto en ese fallo del sistema. «¿Para qué?» preguntó con buen criterio. «Cosas mías. Ahora colecciono fotos de sitios feos». Mia sonrío que es una manera de decir «este tío es gilipollas». Conozco esa sonrisa porque me conozco a mi.

Sitio feo

Aforismos de urgencias

Miércoles, 21 de marzo de 2012

Una persona decide pegar en el cristal trasero de su coche, un par de sentencias, de aforismos, como si necesitara difundir ese mensaje. Para esta persona, no era suficiente haber descubierto las frases, sino que quería que todo el mundo las conociera.

Si las analizas solo un poco, te das cuenta que son las frases seleccionadas por alguien cabreado con el sistema (la justicia y la política). Es como si estuviera avisando de algo, una amenaza velada, un reflejo del malestar general. Esto es márqueting unipersonal (y en movimiento). Lo demás son tonterías.

Aforismos de urgencias

Prohibido jugar

Lunes, 12 de marzo de 2012

Tenía unas horas libres y paseé por Madrid. Sin nada que hacer y con la sola compañía de mi cámara de fotos. Anduve escogiendo la ruta al azar. Vi un montón de locales cerrados y ese maldito cartel de «se vende» o «se alquila» que podría ser el logotipo que define la situación en este momento de España. ¿Se imaginan?: «España. Se vende negocio por no poder atender».

En mitad de la rutina de repartidores, taxis acelerados y vecinos con prisa, una alegría: unos niños jugando al balón. Ni videojuegos, ni internet, ni nada de todo eso. Dos niños pasándose la pelota. Simple y bonito. Seguí andando y al cruzar un patio transitable de un horrible edificio de viviendas, encontré el cartel que corta el rollo: «prohibido jugar a la pelota». Estaba lo suficientemente alto para no poder ser arrancado y también para ser ignorado. Los niños me seguían sin saberlo, cruzaron ese patio carcelario dando toques al balón y se fueron entre risas. Ni lo vieron. Debería estar prohibido prohibir jugar.

Prohibir jugar #1
Prohibir jugar #2

Ver más