Cuando se juntan unos cómicos desaprensivos para preparar un atraco y todo sale mal (o sea bien).
El equipo
Si se puede pensar,
se puede hacer
Otra exhibición del equipo de arte de Late Motiv. Para la entrevista con Carmen Machi se pensó en recrear el set de ‘Criminal’ (Netflix) donde aparece la actriz. Si se puede pensar, ellos lo pueden hacer.
Trabajar allí «dentro» fue un gustazo.
El regalo de una buena conversación
Mi profesión me permite darme un tipo especial de regalos. Puedo descubrir que mi admirado Luis Zahera tiene un monólogo en Galicia donde cuenta su vida.
Puedo decir a mi equipo: «me encantaría que viniera». Y va el hombre y acepta. Y pasamos un rato riendo y hablando de Galicia, del oficio y de tener más de cincuenta años y darnos regalos así: una buena conversación.
Ya tengo ganas de que vuelva.
Nos vamos un rato
Bueno pues ya està. Aquí termina la temporada «regular» de Late Motiv. El curso como algunos lo llaman. A mi no me convence porque nunca me gustó estudiar.
El caso es que hay que tomarse un descanso para coger aire. Y hay que estar contentos y agradecidos ahora que el programa ha cerrado su cuarta temporada. Nos lo seguimos pasando bien, podemos hacer la tele que queremos y disfrutamos y nos ganamos la vida con ello. Solo cinco semanas de tregua y volvemos a la carga.
Que tengan un buen verano, suden lo justo, rían lo máximo, amen todo lo posible y se desenchufen todo lo necesario. El tiempo libre (quien lo tenga), el aire libre y el buen rollo hacen milagros. Y eso que los milagros no existen.
La verdad, la risa y el agradecimiento
Lo pensé un par de semanas antes. Le pregunté a Bob si le importaba que, en su última aparición de la temporada, fuera yo el que ocupara su sitio. Dijo que no, que cómo le iba a importar. Y ahí es cuando me animé a hacer lo que hice. Porque me lo pedía el cuerpo, el corazón y la cabeza. Porque soy de celebrar cuando las cosas van bien, de agradecer cuando alguien se lo merece tanto…
Lo escribí un par de días antes y, curiosamente, no estuve nada nervioso a pesar de que me salía de mi registro habitual, de mi tono. Todo lo que vino después ha sido muy bonito. Y sí, la verdad y la risa cuando se suman son imbatibles.